Hay chicos que pueden expresar lo que les pasa, lo que sienten, lo que quieren. ¿Qué pasa con aquellos que no logran hacerlo verbalmente? Si uno observa su cuerpo ahí está la respuesta, si uno le da significado a esto, logra la respuesta.
¿Qué pasa con estos niños que quieren hacer y su cuerpo no les responde? El adulto es el responsable en escuchar estos pedidos, en darle una respuesta. Y en buscar al profesional acorde que ayude a estimular a este niño para lograr su objetivo.
Pensemos en una escena:
De pronto este niño quiere un juguete, solo con girar y sentarse puede alcanzarlo, pero no puede, no tiene suficiente fuerza en su abdomen. Y solo puede mirar ese juguete que tanto desea. Los padres observan a su hijo y notan esta dificultad, este pedido de ayuda que realiza el niño. Encuentran al profesional adecuado. Luego de un tiempo de trabajo con él, este niño logra llegar a ese juguete que no podía. De repente mira a su madre y su carita se transforma, se dibuja una gran sonrisa en ella, y en sus ojos un brillo que demuestra ese logro tan esperado.
No dejemos que esto pase de largo observemos a nuestros niños, miremos qué necesitan y ayudémoslos. Como padres, profesionales de la educación y profesionales de la salud nos llene de felicidad esa sonrisa lograda.
Huellita Terapéutica.
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